La cal como lenguaje arquitectónico: pintar con la tierra, con la luz y con la respiración del muro
IBERCAL MORTEROS recupera una práctica ancestral que va más allá de lo técnico, proponiendo una forma de habitar más coherente, respetuosa con el muro y conectada con la esencia arquitectónica del Mediterráneo

Obra, Hotel Bahia Principe Sunlight Costa Adeje (Tenerife)
Realizado por Construcciones Daltre
Hubo un tiempo en que las paredes no se vestían con químicos, sino con polvo de piedra. Se blanqueaban con cal, se pigmentaban con óxidos, se abrillantaban al sol y se fundían con el aire. Eran tiempos donde la pintura no era un acto decorativo, sino una prolongación del muro: su piel, su memoria, su respiración.
Hoy, en pleno siglo XXI, esa idea resurge. Y lo hace no como una nostalgia, sino como una respuesta coherente al desafío medioambiental y arquitectónico contemporáneo. La pintura de cal de IBERCAL MORTEROS es una de esas respuestas.
Fabricada a partir de cal aérea natural, sin resinas sintéticas ni compuestos orgánicos volátiles, esta pintura es más que un acabado: es un manifiesto. Una forma de entender que las superficies deben respirar, que los materiales deben dialogar con la humedad, el calor, el tiempo. Que la belleza no está reñida con la técnica ni con la salud del que habita los espacios.
El arte de pintar sin sellar
La pintura de cal se aplica en capas ligeras, y cada una de ellas penetra en el soporte, no lo recubre. A diferencia de las pinturas plásticas, no genera barrera, no encapsula, no asfixia. Su transpirabilidad permite que el muro regule el vapor de agua de forma natural, evitando condensaciones, hongos y deterioros invisibles.
Además, su efecto bactericida natural y su inercia térmica la convierten en una solución idónea para espacios saludables, tanto en interiores como exteriores. Su acabado mate, mineral y cambiante según la luz del día, genera una estética viva, sin brillo artificial ni textura repetitiva.
Entre tradición y vanguardia
Esta pintura ha sido utilizada en obras de restauración patrimonial, rehabilitación rural y arquitectura bioclimática, desde monasterios del siglo XVI hasta viviendas pasivas del siglo XXI. No importa el estilo: lo que importa es la filosofía de intervención. Porque cuando se trata de pintar con cal, no se impone un color, se acompaña a la materia.
Proyectos recientes han apostado por esta pintura como solución ética y estética. En todos los casos, el resultado ha sido el mismo: una sensación de coherencia, de belleza silenciosa, como si la pared siempre hubiera sido así.
La cal como lenguaje
El uso de la pintura de cal no es simplemente una elección técnica. Es una decisión cultural, ambiental y emocional. Pintar con cal es pintar con la tierra, con la luz, con la respiración del edificio. Es confiar en un material que ha estado presente en la arquitectura mediterránea durante siglos, y que aún hoy sigue ofreciendo respuestas a las preguntas más actuales.
IBERCAL MORTEROS mantiene viva esa tradición con una pintura que no busca cubrir, sino revelar. Que no compite con el soporte, sino que se funde con él. En un momento donde urge construir de otro modo, tal vez haya que empezar por pintar de otra manera.
Fuente: Construnario España