Estas son las claves para entender el conflicto entre Colombia y Perú por la isla Santa Rosa, según expertos | ntpe | Mundo
La isla Santa Rosa, ubicada en el río Amazonas, en la triple frontera entre Colombia, Perú y Brasil, ha sido escenario de una disputa territorial entre Colombia y Perú. El conflicto se intensificó cuando el presidente colombiano, Gustavo Petro, acusó a Perú de apropiarse unilateralmente del territorio al crear el distrito de Santa Rosa de Loreto en julio de 2025. Según Petro, esta acción violaba el Tratado de Río de Janeiro de 1934, que establece que la soberanía sobre nuevas formaciones fluviales debe ser acordada bilateralmente entre las dos naciones.
Como parte de un comunicado oficial, Petro declaró el 7 de agosto en Leticia que “Colombia no reconoce la soberanía del Perú sobre la denominada isla de Santa Rosa y desconoce a las autoridades de facto impuestas en la zona”. Es importante señalar que la isla surgió en la década de 1970 debido a un proceso natural de fragmentación de la isla Chinería, un territorio históricamente considerado parte del Perú. Este fenómeno geológico provocó la creación de nuevas formaciones insulares, alterando así la delimitación territorial entre ambos países.

El conflicto territorial por la isla Santa Rosa, en el Amazonas, entre Colombia y Perú, se intensificó tras las acusaciones del presidente Petro. Foto: Eli Duke
La razón por la que Gustavo Petro inició un conflicto con Perú
Si bien Petro aseguró que el reclamo de la denominada isla Santa Rosa es un movimiento destinado a la defensa legítima del territorio colombiano, para Camilo González, profesor de Relaciones Internacionales de las Universidades Javeriana y San Buenaventura, este accionar responde en realidad a una inestabilidad política interna en Colombia, aunque no sea tan evidente. Según González, “muchas veces la estrategia es más una válvula de escape hacia afuera, y lo que se hizo fue reactivar un viejo conflicto entre Colombia y Perú”.
González añade que los sucesos a nivel doméstico en Colombia, como el “decretazo”, la muerte del precandidato opositor Miguel Uribe y el choque de Petro con el Congreso y las Cortes, generaron una percepción de “impopularidad” del Gobierno, a pesar de que “el presidente Petro tiene una popularidad del 37%”. Esta situación, según él, fue aprovechada por Petro para desviar la atención de la crisis interna.

Petro ha inciado una serie de acusaciones contra Perú, al que acusa de apropiación territorial. Foto: AFP
Por su parte, Alonso Cárdenas, internacionalista, describe este conflicto como una vieja estrategia utilizada por Petro “para unificar al pueblo en función de un enemigo externo”. La figura de este “enemigo externo” sería el gobierno de Dina Boluarte, que Petro percibe como débil, especialmente dado su histórico vínculo con el expresidente Pedro Castillo. Cárdenas destaca, además, que Petro ha demostrado cierta habilidad al decidir involucrarse en un conflicto con un gobierno conocido mundialmente por su impopularidad.
Ambos especialistas coinciden en que la relación bilateral entre Colombia y Perú llegó a este conflicto, como mínimo, agrietada. Según González, esto se debe al respaldo que Petro ha mantenido al expresidente Pedro Castillo, incluso tras el “intento de autogolpe de Estado”, mostrándose como un “escudero internacional”. Cárdenas, quien también reconoce esta postura como uno de los factores de las tensiones entre Bogotá y Lima, recuerda que esta no es la única relación que Perú ha visto afectada, ya que México tomó una postura similar.
Los argumentos de Colombia y Perú ante el conflicto territorial
El conflicto territorial entre Colombia y Perú por la isla Santa Rosa, ubicada en el río Amazonas, refleja una disputa que no solo es geográfica, sino también diplomática. Colombia sostiene que la isla es una formación de sedimentos recientes, un proceso natural posterior a los tratados que delimitaron las fronteras en 1922 y 1934. Desde esta perspectiva, el gobierno colombiano considera que, al tratarse de un territorio surgido después de esos acuerdos, debe ser sometido a un proceso de asignación.
Por su parte, Perú defiende que la isla Santa Rosa forma parte de un territorio históricamente bajo su soberanía, especialmente desde la isla Chinería, que ha sido reconocida como peruana desde 1929. El gobierno peruano sostiene que ha ejercido control continuo sobre esta isla desde los años 70. Sin embargo, este argumento se ve desafiado por la reciente creación del distrito de Santa Rosa de Loreto, una acción que, aunque parece reafirmar la soberanía de Perú, también deja dudas sobre si realmente Santa Rosa forma parte de la isla Chinería o si constituye una nueva delimitación territorial.
Camilo González destaca que, desde la óptica colombiana, la creación del distrito en Santa Rosa es vista como una medida apresurada, motivada por la necesidad de formalizar el control sobre un territorio en disputa. Sin embargo, esta acción también complica aún más la situación, al no dejar claro si la isla y el distrito son la misma cosa o si deben ser considerados territorios distintos. Además, advierte que en caso de ser dos distritos, Santa Rosa debería entrar, según la posición colombiana, “dentro del proceso de asignación”.
A pesar de los intentos de diálogo y la creación de mecanismos como la Comisión de Monitoreo de la Frontera (COMPERIF), ambos países siguen enfrentando dificultades para llegar a un consenso. No obstante, para Alonso Cárdenas, Perú cuenta con una ventaja, puesto que cuenta con “mucha más experiencia en el año ámbito diplomático para manejar temas limítrofes”, mientras que a “Colombia últimamente no le ha ido bien en esos diferendos”, recordando la reciente disputa con Nicaragua.
¿Bajo qué soberanía se encuentra la isla Santa Rosa?
Según Camilo González, Perú ha ejercido soberanía sobre la isla Santa Rosa, incluso designando funcionarios electos para este territorio. Sin embargo, señala que existe una controversia sobre si la isla debe ser considerada parte del distrito de Santa Rosa de Loreto o si, por el contrario, debe tratarse como un territorio completamente distinto, con un régimen administrativo diferente.
Por su parte, Alonso Cárdenas asegura que la soberanía de la isla Santa Rosa legítimamente le pertenece a Perú, basándose en “el acuerdo de Río de Janeiro”. Además, destaca que hasta el momento no se había presentado ningún reclamo al respecto. No obstante, Cárdenas advierte que el principal obstáculo para la nación peruana en este conflicto territorial es la situación actual de su gobierno. “Tenemos un gobierno muy débil, el más impopular del mundo y sumamente repudiado”, indica.
En contraste, Cárdenas resalta que, a pesar de los problemas internos que enfrenta Colombia, Gustavo Petro es reconocido internacionalmente como un gobierno democrático, algo que, según él, no ocurre con Perú en algunos países, especialmente en comparación con el gobierno de Dina Boluarte. Como explica González, la postura colombiana considera que la situación de la isla Santa Rosa debería ser evaluada bajo un proceso de asignación territorial, gestionado por organismos internacionales como la Comisión Permanente del Río Amazonas (COMPERIF). Esto abriría la puerta a un análisis legal y diplomático, que podría involucrar la intervención internacional.
Fuente: La República