Campus ATP VIII: Eficiencia energética en alumbrado público
ATP Iluminación ofrece un repaso técnico y práctico sobre cómo lograr instalaciones de alto rendimiento, combinando uniformidad, confort visual y diseño a medida para reducir el consumo energético sin comprometer la seguridad ni la sostenibilidad

La eficiencia energética es, junto con la seguridad y la durabilidad, uno de los criterios fundamentales en la toma de decisiones para proyectos de alumbrado público. No se trata únicamente de instalar luminarias LED de baja potencia, sino de diseñar un sistema capaz de ofrecer el nivel de luz justo y necesario con el mínimo consumo posible, garantizando a la vez uniformidad, confort visual y sostenibilidad.
Mucha luz no significa mejor visibilidad
Durante décadas, la idea de eficiencia estuvo ligada a aumentar el flujo luminoso con la menor potencia. Sin embargo, esta visión resulta incompleta: un nivel de iluminación elevado combinado con una baja uniformidad no mejora la visibilidad, sino que la degrada. El efecto “cebra”, con franjas brillantes alternadas con sombras, genera fatiga visual y puede comprometer la seguridad de conductores y peatones.
La experiencia demuestra que niveles moderados de iluminación, combinados con una alta uniformidad, ofrecen un resultado mucho más eficaz: mejor percepción del espacio, reducción del deslumbramiento y mayor comodidad visual. En consecuencia, la optimización no se centra en “más luz”, sino en un reparto equilibrado y homogéneo que permite reducir el consumo energético sin sacrificar la seguridad.
Diseño lumínico y fabricación a medida: el núcleo del ahorro
Cada entorno urbano o natural presenta particularidades: alturas de instalación, secciones de vía, materiales de pavimento, vegetación, patrimonio o densidad de tráfico. Un proyecto estándar difícilmente puede responder con precisión a esta diversidad. Por ello, la eficiencia energética real sólo se consigue a través de estudios lumínicos específicos que definan con rigor la potencia y la distribución fotométrica idóneas para cada punto de luz.
ATP Iluminación cuenta con un laboratorio fotométrico propio y ofrece un servicio de estudios lumínicos y representaciones 3D que permiten anticipar con exactitud el comportamiento de la instalación. A partir de estos cálculos, ATP fabrica luminarias bajo especificación, adaptando ópticas, potencias y temperaturas de color a las condiciones concretas de cada proyecto. Este nivel de personalización evita la sobreiluminación, reduce el gasto energético y asegura el cumplimiento de los requisitos normativos y de confort visual.
Tecnología que mantiene la eficiencia en el tiempo
El ahorro energético no puede entenderse solo como una cifra inicial. Para que sea sostenible, la instalación debe mantener su rendimiento durante décadas. Aquí entra en juego la fiabilidad de los materiales y la gestión térmica.
Las luminarias ATP incorporan ópticas de precisión, Difusor Confort® —que mitiga el deslumbramiento sin restar rendimiento ni alterar la fotometría— y Disipador Laminar®, una innovación que reduce en un 21 % la temperatura de trabajo de los LED y prolonga su vida útil hasta las 100 000 horas.
A estas ventajas se suma la fabricación íntegra en polímeros técnicos S7 y T5, inmunes a la corrosión, antielectrocución, y que contribuyen, además, a que las luminarias ATP no se vean afectadas por sobretensiones. Gracias a este enfoque, la eficiencia inicial se conserva a lo largo del tiempo, evitando pérdidas de flujo, fallos prematuros y gastos de mantenimiento adicionales.
Casos de éxito: eficiencia probada en distintos entornos
La teoría cobra sentido cuando se contrasta con resultados reales:
– Logroño: la renovación del casco histórico con luminarias Siglo XLA de 19–35 W y ópticas personalizadas ha alcanzado una uniformidad de hasta 0,8 y un ahorro energético superior al 70 %, sin sobreiluminación.
– Villanúa (Pirineo aragonés): la transformación integral del alumbrado, con más de 1000 luminarias LED 2200 K fabricadas en polímeros técnicos y equipadas con Difusor Confort®, ha logrado un ahorro energético superior al 70 %, una alta uniformidad y la reducción drástica de la contaminación lumínica. El proyecto, ejecutado siguiendo criterios Starlight para preservar el cielo nocturno y la biodiversidad local, fue reconocido internacionalmente con una mención honorífica en los LIT Lighting Design Awards 2024, consolidando a Villanúa como referente de sostenibilidad lumínica y turismo astronómico.
– Escarrilla (Valle de Tena): se instalaron 209 luminarias Villa XLA de sólo 35 W, configuradas con ópticas simétricas y asimétricas para cada vía. El resultado: máxima uniformidad, visibilidad óptima y más de un 70 % de ahorro, con un alumbrado totalmente respetuoso con el entorno pirenaico.
– Cartagena de Indias (Colombia): en la Ciudad Amurallada, Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, la sustitución de luminarias de descarga por modelos LED 2200 K con Difusor Confort® eliminó las zonas oscuras, mejoró la uniformidad y redujo más del 70 % del consumo, integrándose además en un enclave histórico de alta exigencia.
Estos ejemplos evidencian que la eficiencia energética no depende solo de la potencia instalada, sino de un diseño preciso y a medida, capaz de conjugar calidad lumínica, ahorro y sostenibilidad.
La eficiencia como decisión estratégica
Para un responsable municipal o un prescriptor técnico, elegir luminarias eficientes significa mucho más que reducir la factura eléctrica. Implica disminuir las emisiones de CO₂, minimizar la contaminación lumínica y garantizar la seguridad y el confort de los usuarios del espacio público.
En ATP Iluminación entendemos la eficiencia como un factor de decisión estratégico: iluminar con inteligencia para lograr el máximo rendimiento visual y social con el mínimo consumo energético. Solo así es posible construir ciudades más habitables, sostenibles y preparadas para los retos del futuro.
Fuente: Construnario.com