¿Por qué se regalan flores amarillas el 21 de septiembre en Perú? El verdadero origen de esta popular tradición

Con la llegada de la primavera al hemisferio sur, el 21 de septiembre se transforma en una jornada especial para muchas parejas, amigos y familias, pues el fenómeno de las flores amarillas toma fuerza. Desde muy temprano, los mercados se tiñen de este vibrante color, mientras usuarios en redes sociales como TikTok comparten videos recibiendo ramos de flores.
Esta tradición, que mezcla romanticismo, simbolismo estacional y cultura pop, no solo ha ganado notoriedad en la última década, sino que ha calado profundamente en el imaginario colectivo. ¿Por qué justo ese día? ¿Qué hace tan especial el gesto de regalar flores amarillas? Y, ¿qué papel juega la nostalgia televisiva en esta costumbre moderna?
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¿Por qué se regalan flores amarillas el 21 de septiembre?
Las flores amarillas se regalan cada 21 de septiembre porque esta fecha marca el inicio de la primavera en el hemisferio sur, asociándose al renacer de la naturaleza, la alegría y la renovación. Sin embargo, el verdadero impulso de esta tradición proviene de la telenovela argentina “Floricienta”, donde la protagonista sueña con recibir flores amarillas como símbolo de amor verdadero y felicidad. Este gesto se popularizó gracias a redes sociales, especialmente TikTok, y hoy es muy esperado por parejas, familiares y amigos.
El amarillo simboliza optimismo, esperanza y energía positiva, elementos que conectan con el espíritu primaveral y los buenos deseos. Así, regalar flores amarillas se interpreta como una muestra de afecto y una promesa de amor duradero, prosperidad y éxito. La costumbre ya trasciende lo romántico y se ha instalado como parte de la cultura popular en varios países de Latinoamérica.
¿Qué se celebra el 21 de septiembre en el amor?
Más allá del inicio de la primavera, el 21 de septiembre se ha convertido en una fecha emocionalmente significativa. Este día no solo celebra el cambio de clima, sino también la renovación de los vínculos afectivos. Regalar flores amarillas ha pasado a ser un símbolo de afecto, buenos deseos y amor sincero.
En muchas relaciones sentimentales, regalar este tipo de flor es una muestra de compromiso emocional. La práctica se ha extendido también entre amigos, familiares y colegas. En algunos lugares, incluso se considera de mala educación no llevar flores amarillas a alguien especial en esta fecha, como si existiera una norma social implícita que obliga a compartir este gesto.
Un elemento interesante es cómo esta tendencia ha encontrado eco en la comunidad digital. Cientos de usuarios comparten en redes sociales sus expectativas o decepciones sobre recibir o no un ramo amarillo, convirtiendo el acto en una especie de “San Valentín” alternativo.
Flores Amarillas 2025: ¿cuál es la relación con Floricienta?
Uno de los grandes motores que impulsaron esta costumbre fue la telenovela juvenil argentina ‘Floricienta’, protagonizada por Florencia Bertotti. En la serie, que se emitió por primera vez en 2004, la protagonista soñaba con recibir flores amarillas de su gran amor. La frase de la canción principal, “Él la estaba esperando con una flor amarilla”, se convirtió en un ícono generacional.
Este gesto romántico, originalmente parte de una trama de ficción, fue adoptado por los fanáticos como una tradición real. Las redes sociales han sido clave para revivir este recuerdo: cada año, usuarios de distintas edades publican clips recreando escenas de la serie o mostrando cómo reciben sus flores amarillas, inspirados por el personaje de Floricienta.
La conexión emocional con la serie ha sido tan fuerte que hoy en día muchas personas, aunque no hayan visto la novela, participan del acto influenciadas por la cultura digital.
Fuente: La República