Rafael López Aliaga usa la Municipalidad de Lima como una vitrina de odio, ataques y amenazas

“Mi visión de la política se basa en la filiación divina. Todos los seres humanos somos hijos de Dios. Por en Cristo, aunque no lo percibamos”, escribía el alcalde de Lima, Rafael López Aliaga, en su artículo de opinión en un medio local el 5 de junio del 2024. Sin embargo, el amor al prójimo que profesaba en aquella oportunidad, no se ve reflejado en sus discursos de odio, ataques y amenazas, junto con sus expresiones más frecuentes: caviar, izquierda, porquería, terruco.
Uno de los casos más lamentables que protagonizó el burgomaestre fue contra la periodista Clara Elvira Ospina. Sucedió hace poco, el 21 de agosto, durante una de sus alocuciones en un evento del municipio. López Aliaga calificó a Ospina como “mujercita”, “nefasta”, “terruca” y que “protege a corruptos”, tras compararla con el presidente de Colombia, Gustavo Petro.
“Aquí en Perú hay dos personajes también nefastos que no son bienvenidos, ah. Hay una señora Ospina que está en Epicentro, que ha protegido esta corrupción en el país. Aquí no es bienvenida, lárguese a su casa con el señor Petro, lárguese de una vez. Me voy enterando cada día más cómo oculta información, cómo protege a su Vizcarra, Gorriti. En Colombia hay gente decente, pero han enviado a lo peor, han mandado a esta mujercita, mejor lárguese a su casa, señora. Vayase con Petro, otro terruco, váyase para otro lado”, murmuró.
Otro episodio similar sucedió durante un evento de la MML por la inauguración del Jirón Humboldt en el distrito de La Victoria, el último 8 de agosto, en medio de los cuestionamientos por la llegada de los trenes Caltrain y la falta de un expediente técnico que sustente su funcionamiento. El burgomaestre arremetió contra el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC), liderado por César Sandoval, y lo calificó de “terruco” y “caviar”. ¿La razón de los insultos? Sandoval le solicitó presentar adecuadamente los documentos establecidos por ley.
“Yo lo veo como una lógica de lo que es un caviar, un terruco, caviar, su lógica es que la gente sufra. Viven de la sinvergüencería, de hacer expediente técnico y que saben que vence en tres años. Lo hacen, lo dejan tirado. Es para hacer denuncia penal porque es una forma de robar”, dijo.
Días antes, el 30 de julio, durante la presentación del primer tramo de la Vía Expresa, el alcalde comentaba que iba a realizar una conferencia de prensa para informar sobre la viabilidad de los trenes Caltrain para que comiencen a funcionar. Sin embargo, de un momento a otro, se refirió a los periodistas del canal de La Encerrona y, sin presentar pruebas, los acusó de “difamar” y volvió a calificar de “terruca y “caviar” a las personas con una ideología de izquierda.
“Porque la vía ya quedó descartado, que la altura (del tren) no da ya, fuera, tanto mafioso, difamador que tienen inclusive… sus… hay también este gente que usa redes para difamar, ¿no? Tipo La Encerrona también miente bastante, ¿no? Miente un montón, el señor miente el diario, pero claro, no dice que su hermano trabajaba para la Villarán. (…) Pero se dedican a mentir y mentir y mentir y viviendo en España todavía. Pero no es gente, gente del mal. Es la típica izquierda, caviar, terruca, mentirosos, asesinos”, vociferó.
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En otro momento, el 16 de julio, durante la inauguración de la Losa Deportiva en Puente Piedra, López Aliaga tuvo polémicas declaraciones y discriminadoras contra una madre de familia que estaba a cargo de una olla común. Luego de que le reclamaron que una olla común tenía un mal olor producto de la sangrecita donada por la Municipalidad de Lima, el alcalde respondió de la manera menos esperada:
“Una olla que estamos localizando, que es politizada, que está ligada a una señora de izquierda, mentirosa, asesina y ladrona”, exclamó la autoridad metropolitana.
Pero no todo queda ahí. El 30 de abril, en la inauguración de la construcción de la avenida Los Ficus, en el distrito de Independencia, un ciudadano interrumpió en el discurso del alcalde de Lima para reclamarle por la crisis de inseguridad que atraviesa la capital. En respuesta, el burgomaestre lo acusó de “ser un infiltrado” y que es “enviado por los caviares de porquería”.
“Bueno, caballero, creo que usted está enviado por alguien de ese sector, justamente de caviares de porquería. Esa es la gente que se infiltra. Ese es el tipo de gente… ese es el tipo de gente que, cuando uno trabaja, vienen a reventar la vida. Usted no va a recorrer nada nunca, porque usted está con la mente podrida”, exclamó.
En ese mismo mes, el alcalde de Lima, durante una actividad del municipio, insultó a la periodista Rosa María Palacios: “Yo en mi vida sería de izquierda. Oiga, señora, en mi vida sería izquierda, porque la izquierda en el mundo es una izquierda del mal. Es mentirosa, asesina, ladrona, como usted misma lo es. Ya, como usted misma lo es, señora”.
Ataques en redes oficiales de la Municipalidad de Lima
El 17 de julio, La República informó sobre el estado de los trenes Caltrain que llegaron al Perú como parte de una “donación”: asientos rotos y diversas partes oxidadas de las locomotoras. Sin embargo, a través de un comunicado en la cuenta oficial de X (antes Twitter) de la Municipalidad de Lima, calificaron a este diario como un “saboteador” de las maquinarias ferroviarias y responsabilizaron a este medio de “cualquier daño posterior a la inspección que realizará un equipo de la MML” a los coches.
Los ataques no quedaron ahí. Cinco días después, este medio reveló que el municipio gastó más de S/3 millones en cuatro óperas y una zarsuela. No obstante, la MML calificó a La República como un medio “difamador”, a pesar de que toda la información figura en el Sistema de Contrataciones del Estado (Seace). En esa misma línea, tras rechazar el reportaje difundido, se amedrentó al diario con imponer acciones legales en su contra si no se rectificaba.
Por otro lado, el 8 de agosto, la MML también calificó a canal N como un medio “difamador” solo por emitir un reportaje en el que informó sobre un hundimiento en parte de la Vía Expresa.
El 20 de agosto, la Municipalidad de Lima mostró una postura que también comparte su alcalde: retirar al Perú de la Corte IDH. El detalle: el comunicado se publicó a las 3:38 de la mañana. Si bien, se quiso tomar una posición, esta no representa la de todos los ciudadanos limeños. Asimismo, la MML solicitó ampliar el Penal de Challapalca y contar con una extrema seguridad para los reos; a pesar de que la Comisión IDH determinó que eso atenta contra los derechos fundamentales de las personas y fue declarada como “inhumana”.
Experto cuestiona declaraciones del alcalde de Lima
En diálogo con La República, el politólogo y profesor de Ciencias Políticas de la UNMSM, Alejandro Mejía, señaló que los dichos del alcalde de Lima son parte de un “estilo que ha marcado toda su gestión, con declaraciones que incitan aún más la polarización entre la gente”. Asimismo, consideró que “es curioso” que en los eventos de la MML, López Aliaga exhorte a dejar el odio y las críticas, pero “él mismo promueve discursos plagados de insultos hacia funcionarios públicos y medios que lo cuestionan”.
“Es parte de su estrategia política que lo ha caracterizado haciendo desde que era candidato presidencial en 2021. El sentirse siempre atacado por los medios y defenderse, es parte de ello. Lo que preocupa es que en su discurso no se distingue entre López Aliaga como ciudadano y el López Aliaga como funcionario de la MML, que tiene el deber de rendir cuentas de su gestión ante la ciudadanía”, dijo.
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Al ser consultado si las declaraciones del burgomaestre pueden ser considerados mensajes de odio o amenazas, Mejía mencionó que “tiene de ambos”; sin embargo, recalcó que “los mensajes de odio son un peligro para la democracia y que esto se venga normalizando, ya sea de políticos radicales de derecha o de izquierda”.
“Viene de una formación ultraconservadora, donde hay poco margen para aceptar cuestionamientos y críticas con temas como la familia, la vida, entre otros. Pero también, como político, ha sabido entender el giro a la derecha en la región, y desde ese espectro político bastante radical, su discurso tiene que tener un enemigo, que según lo manifiesta, es esta izquierda “caviar” a la que hace mención en sus discursos”, comentó.
“En este contexto de desafección política, existe poco control y fiscalización frente al uso personal y con fines políticos de las plataformas institucionales de la MML. Las Gerencias de Imagen Institucional se han olvidado de que su labor es gestionar la imagen de la Municipalidad y no la de un alcalde de turno. Ejemplos con los de Franco Vidal en Ate, el mismo César Acuña en el Gobierno Regional de la Libertad, entre otros, ratifican esa idea”, acotó.
Fuente: La República